Agora que comezou a conta atrás para o Goberno español se pronunciar sobre a cuestión do Teito do petróleo, a súa repercusión sobre a economía e a fiabilidade dos traballos publicados pola AIE, resulta moi interesante coñecer as declaracións de Alfonso Guerra pronunciadas o pasado 11 de marzo no Foro de las Ciudades en Fuenlabrada, e que coñecimos grazas a Antonio Turiel:
En su intervención, Alfonso Guerra, Presidente de la Comisión Constitucional del Congreso de los Diputados, analizó la situación económica global en términos muy directos e hizo referencias al futuro del sector energético.
Refiriéndose a la cuestión energética, Guerra comentó que “no es coincidencia que las dos guerras en las que está el país más poderoso del mundo tengan que ver con la energía: Afganistán e Irak. El equilibrio entre el consumo y el descubrimiento de reservas de petróleo se ha invertido en las últimas décadas.” Y auguró, “en un futuro no muy lejano, que se calcula entre 2015 y 2033, la creciente demanda alcanzará un punto máximo del petróleo. Será un acontecimiento histórico que cambiará el mundo y cuando nuestros hijos lo estudien, nos acusarán de falta de previsión.” En alusión al uso de la energía nuclear, Guerra declaró que “yo no soy partidario de la energía nuclear; cuesta tomar una decisión de la responsabilidad del legado que dejaremos”. Pero para Guerra, “el rechazo popular a la energía nuclear sitúa todas las esperanzas en la viabilidad de la energía de fusión. Los organismos internacionales tienen que plantear cómo continuar el ritmo de vida que los ciudadanos se han planteado y éstos tienen que cambiar sus pautas de conducta sobre el uso de los recursos.”
Sobre la crisis económica describió el desmantelamiento de las estructuras de producción. Para Guerra, “la quiebra de dos fondos de alto riesgo en 2007 precipitó la crisis actual y supuso la constatación de que el capitalismo separaba la economía real de los activos financieros, que no producen nada, solo pasan de unas manos a otras.” Guerra se refirió a la financialización de la economía: “Las finanzas han sustituido a la economía productiva. Se ha producido un cambio en el centro de gravedad de la economía, que estaba en la economía real y ahora está en manos de la especulación. La consecuencia es que el control de la economía ha pasado de las salas de junta de las empresas a los casinos financieros.” Y predijo que “vamos a vivir un profundo estancamiento y prolongado de la economía.”
Guerra aludió a otro “día histórico” a la solicitud del Secretario del Tesoro de EE UU de 700 millones de dólares en septiembre de 2008 para rescatar al mercado financiero, tras la quiebra un año antes de dos fondos de inversión. Para Guerra, “en ese momento, la población entendió que el problema económico central era responder a una pregunta: y esto, ¿quién lo va a pagar?” Y se refirió a la privatización de beneficios y socialización de las pérdidas: “Es la aplicación de la máxima “too big to fail”. Cuando las empresas van bien y tienen beneficios, han de ser libres y el estado ha de quedarse al margen; pero cuando las empresas fallan, ahí se solicita la presencia del estado para rescatarlas”. Y apostilló, “en un primer instante pareció que cambiarían las reglas del juego; pero se ha vuelto a las viejas prácticas: estafar a los ciudadanos vestidos de etiqueta.” La forma de reaccionar, según Guerra es “no aceptar la explicación de que “el mercado funciona así”. La causa está en el propio sistema injusto y desigual. El sistema hay que cambiarlo, satisfaciendo las necesidades básicas de la población.”
Isto demostra que a cuestión do Cénit ou Teito da extracción mundial de petróleo non é allea aos líderes do partido que goberna en España, aínda que estea plasmada en termos típicos dos cornucopiáns e da fe no crecemento perpetuo.
Unha reflexión sobre “Alfonso Guerra sobre o Teito do petróleo”