No epílogo que Riechmann escribiu para o libro recentemente publicado “Los límites del crecimiento retomados” do profesor italiano Ugo Bardi, faise mención da nosa asociación dentro das experiencias máis interesantes do que poderíamos chamar postecoloxismo, esa perspectiva que recoñece o fracaso global do movemento ecoloxista, a imposibilidade de evitar o colapso da civilización, que xa é demasiado tarde para as transicións paulatinas e que reclama a construción realista e urxente de resiliencia local a partir da asunción da enorme probabilidade do colapso. Reproducimos aquí esa parte do epílogo (p. 207-208):
En esta perspectiva desengañada —la que adoptaron hace ya años, entre nosotros, Ernest García, Antonio Estevan o Ramón Fernández Durán— se están situando, en los primeros años del siglo XXI, sectores sociales minoritarios que de alguna forma adoptan una perspectiva postecologista. Se trata de segmentos de los movimientos decrecentistas, de las “Iniciativas de Transición” en el occidente euronorteamericano, de las ecoaldeas de los “neorrurales” en el sur de Europa, o de la “nueva ruralidad comunitaria” que viene desarrollándose en América Latina, asociada a menudo con el ideario indígena del “Buen Vivir”. También se gestan núcleos que trabajan en pos de un cambio cultural que enlazaría, por su radicalidad, con algunas de las líneas de trabajo de la Deep Ecology en los últimos tres decenios. Así, podríamos evocar a colectivos como Véspera de Nada (la Asociación por una Galicia sin petróleo), el Instituto de Transición Rompe el Círculo (en Móstoles, Madrid) o el proyecto británico Dark Mountain.